Competitividad emocionalTransformar las emociones para cambiar el desempeño

Emociones

Desafíos emocionales

En las organizaciones actuales hay tres palabras sobre las cuales hay una constante dedicación: innovación, compromiso y productividad. Las organizaciones invierten mucho dinero en fortalecer, fomentar y sostener acciones que posibiliten la innovación, el compromiso y la productividad. Pero muchas veces, la inversión se pierde una serie de procesos burocráticos o iniciativas aisladas y superficiales. Alcanzar estos tres niveles de respuesta (innovación, compromiso y productividad), no se logra con acciones fragmentadas en intervenciones burocráticas. El error de perspectiva en este abordaje radica en abordar estos niveles de respuestas como procesos lineales (p.ej. hacer un programa para ser más innovadores, crear incentivos para lograr compromiso con la empresa, invertir en nuevas tecnológicas para aumentar la productividad) Estos tres aspectos serán el resultado de las condiciones estructurales de la organización. Es decir, cada uno de estos tres factores de desarrollo se da como consecuencia de las reglas del sistema que permiten o restringen la innovación, el compromiso y la productividad.

¿Porqué las emociones?

Simplemente porque los sistemas humanos colapsan por emociones. Aún con un fuerte soporte tecnológico, metodológico y financiero. El desempeño se torna vulnerable por el estado emocional de las personas. Las dificultades se generan por una brecha entre la volatilidad de los sistemas productivos (con sus cambios imprevistos) y la capacidad estructural de las organizaciones para abordar, comprender y actuar en este contexto de transformación. Si bien la transformación tecnológica nos brinda un gran potencial de desarrollo, al mismo tiempo, puede tornarse una gran pantalla de entretenimiento que nos aleja del diálogo con las características más críticas de este contexto actual.

Proyecto

La investigación que sustenta las fórmulas.

Contexto de transformación

Este contexto histórico impone tres condicionantes para el desarrollo de las organizaciones. Primero, la volatilidad del contexto que implica una profunda transformación de procesos productivos, sociales, tecnológicos y políticos que generan situaciones cotidianas sin precedentes. Segundo, una vulnerabilidad emocional cuando las personas comienzan a trabajar bajo condiciones de stress expuestas a una diversidad de amenazas. Y tercero, la complejidad de la participación en un entramado social de intereses heterogéneos con actores globales interdependientes. Bajo este marco de condicionantes, las claves del desarrollo organizacional están relacionadas con: redefinir la visión del contexto para ampliar la capacidad de anticipar transformaciones y generar respuestas innovadoras frente a las tendencias; contener el compromiso emocional de las personas para enfrentar las exigencias de cambio con niveles adecuado de rendimiento; y extender la presencia de la organización en un contexto dinámico y desafiante manteniendo un crecimiento genuino y sustentable.

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